
Hoy viernes 12 de noviembre es un gusto compartirles un estreno de un proyecto que llega para acompañarnos con música sutil, delicada y dulce pero que contrasta con la lírica, pues sus letras son muy sentidas.
Odelay estrena Salvaje una canción que fue compuesta en pandemia, que tomó esos sentimientos para transformarlos en un abrazo sonoro.
Odelay seguirá compartiendo más música…por lo pronto nos arropan con Salvaje.
Como siempre, sin ustedes no llegamos a las audiencias. Si entra en la editorial, ¿Nos ayudan compartiendo este estreno?
Filigrana sonora y letras sentidas para explorar nuestros dolores, anhelando parajes salvajes.
ODELAY es un trío acústico que se define como folk interespecie. Integrado por Rodolfo Samperio, Ulises Peña y Alberto Herrera, su música amalgama expresiones aparentemente disímiles como bluegrass, blues, ranchero, country, cardenche, prog folk y vals. Las canciones en inglés y español, se apropian de la imaginería de éstas músicas apostando por una visión donde la pena humana halle consuelo y dirección en la sabiduría de la naturaleza.

Salvaje
Rezo aunque no hay salvación
y canto alabanzas
surcaré la tierra por amor
pa´ cavar mi tumba en un lugar
sagrado por salvaje.
Salvaje es el nuevo sencillo de Odelay, delicada melodía, dulce sonido y letra entrañablemente bella, se contempla en lo firme, severa, resistente y alentadora. Salvaje es un profundo rasgueo de guitarra que se alinea al sonido intenso del contrabajo para conciliarse con la sutileza de la batería. La voz es un lamento viajero de vertientes mórbidas, coros acardenchados que desembocan en un climax positivo de hermandad
Alberto Herrera: a nivel musical, Salvaje es una caricia sonora, suave, como oleaje muy sutil y disfrutable. En cuanto a la letra, es aceptar que las condiciones en las que vivimos son muy duras, pero hay solidaridad, personas que están a tu lado para hacer más ligera la travesía. Letra y música hacen una pieza entrañable.
Ulises Peña: estamos siendo atacados, tratando de soportar esa metralla de información, de lo comercial, violencia, valor económico, así que Salvaje es un capullo que nace solo, protegiéndonos a nosotros mismos, es un refugio, una casita del árbol, un club secreto para sobrevivir a la realidad adulta, no para evadirla, sino para enfrentarla en compañía. Musicalmente, se notan nuestras influencias inconscientes y eso me encanta, hay algo en común que la relaciona con música de Spinetta o José González, sin embargo, tiene la propia personalidad de ODELAY.
Rodolfo Samperio: Salvaje es un bálsamo que se complementa con la música, porque si se oye la versión cruda de guitarra y voz, no es la mitad de bálsamo que es con la banda, es un testimonio que pregona la salvación al hacer comunidad, en reconocer la gravedad de la situación, lo duro que implica estar vivos y saber que moriremos, pero que puede hacerse llevadero, hermoso, encomiable en hermandad, como sugiere la canción.
El arte del sencillo es una colaboración entre Odelay y el artista Eduardo Cuellar, se trata de un collage surrealista que representa la migración.
“Escogimos un animal migrante, al desierto y el sahuaro para hacer un homenaje a todas las personas que atraviesan regiones inhóspitas en busca de mejores condiciones de vida”.
– Odelay
La idea de este homenaje surge de los aprendizajes del Taller Nuevo Norte que trabaja con y para migrantes, en donde el fenómeno de la migración se vuelve un reflejo descarnado de la humanidad, es una oda a esas personas que tienen menos que nada pero caminando juntos logran trascender su condición, en este sentido, arte gráfico y música se unifican.
EL PODER DE LA MÚSICA
ODELAY promueve conscientemente la empatía con lo que nos rodea y sostiene, encontrando en la música el poder de transmitirlo.
“La música es como un encantamiento, son alabanzas, no somos religiosos, pero sí buscamos el conecte, el momento sagrado. Creemos que es sacro el momento de la comunión, la cual tiene que dejar de ser entre humanos, tiene que ser con el todo, eso es lo más sagrado que se nos puede ocurrir y la música es el vehículo por excelencia, siempre ha sido así, por eso todas las letanías se cantan, en todas las iglesias, en todas las tradiciones religiosas. Desde nuestra secularidad, procuramos y respetamos lo sagrado, por eso Salvaje es una canción importante. Se llama Salvaje por ser sutiles…es sagrado porque es Salvaje, porque habla de hacer esa comunión con el todo, con lo Salvaje”
– Odelay